Rodolfo Suarez envió el pliego para que el actual titular de Irrigación siga como “gobernador del agua” por otros cinco años más.
Este martes ingresó el pliego de Sergio Marinelli para seguir durante otro periodo de cinco años al frente del Departamento General de Irrigación (DGI). El gobernador Rodolfo Suarez le dio un voto de confianza y, por primera vez desde la vuelta a la democracia, hay una reelección en ese cargo.
El agrimensor de 64 años manejará un abultado presupuesto de 2.754 millones de pesos durante el 2022, de los cuales el 40% se destinará a obras, un 42% para personal y el resto para gastos corrientes.
Tras su postulación, el funcionario explicó por qué el gobernador lo extenderá en el puesto por otro lustro: “Creo que ha visto que se hizo un correcto diagnóstico distinto al que se venía haciendo. La situación que tenemos se va a agravar en el futuro inmediato. (Rodolfo) Suarez ha advertido que hay una buena gestión”, remarcó el funcionario.
En cuanto a su función, explicó que “acá el manejo político es indispensable. Esto no es para un técnico, es para un político que conozca técnicamente lo que pasa con el agua y en ese aspecto está mi fortaleza. Indirectamente nos toca ser responsables de las 145 inspecciones de cauce”, sostuvo Marinelli.
Actualmente, el DGI tiene un banco de proyectos que ronda los 300 millones de dólares, para los cuales se necesita financiamiento internacional. Además, se prevé la realización de diversos trabajos con un presupuesto propio de 900 millones de pesos para mantenimiento de canales, impermeabilización y automatización, entre otros.
Escasez
Teniendo en cuenta la falta de agua y los pronósticos poco alentadores para los próximos meses, Marinelli tendrá la difícil tarea de luchar contra la escasez del recurso y contra el derroche. Entre las medidas planteadas, se buscará medir el riego en las fincas y habrá sanciones para los incumplidores.
“Se vienen tiempos difíciles en materia de agua. Habrá mayor demanda de cultivos y de los seres humanos y menor disponibilidad. Todo esto por el cambio climático, por eso se busca ser más eficiente”, resaltó el funcionario.
En cuanto a los ríos, el “gobernador del agua” se mostró satisfecho con el Atuel, El Diamante y el Tunuyán inferior por la forma en que se avanzó para gestionar el recurso. Sin embargo, reconoce que aún le “falta mucho” en el Tunuyán superior, el Valle de Uco y en el Río Mendoza.
Por otra parte, remarcó que Irrigación se pondrá al día con las deudas de los últimos tres años que tienen con los inspectores de cauce con la condición que el dinero sea volcado a obras, empezando por el sur provincial.
Objetivos
Uno de los desafíos es evitar el derroche o el mal riego en algunos casos. Para eso se está terminando un software de manejo de la distribución del agua para los inspectores de cauce. Esto le permitirá al regante saber cuándo le toca regar y denunciar cuando alguien lo haga si no le corresponde, entre otras cosas.
“Que cada uno use lo que necesita y no más que eso. Los finqueros tienen distintas demandas. Vamos a medir en cada finca empezando por la red primaria”, adelantó Marinelli.
“Hay casos que se puede hacer con buenas prácticas de riego, mejorar un 15% la eficiencia, la gran mayoría podría ahorrar agua”, añadió.
En poco tiempo, Irrigación lanzará una licitación para tener una plataforma para que cada agricultor contrate un dispositivo que se colocará en el medidor.
“Todos tienen la obligación de tener medidor. La idea es leer los pozos por telemetría y que esa plataforma brinde los datos de cómo se está gastando el agua del pozo. Le permite también un control al agricultor de saber la eficiencia del manejo del agua y a nosotros saber si saca la cantidad que le hemos permitido”, explicó.
De este modo, con la información de la plataforma se podrá conocer si están usando la cantidad del recurso autorizado. Una de las opciones que se baraja es poner castigos. Esto significa que si gastaron más de la cuenta, el año próximo tendrán menos para riego.
“Si no tenemos medido donde está la ineficiencia, es más difícil poner la poca plata que hay”, añadió defendiendo las medidas.
Por último, Marinelli destacó el trabajo “conjunto” que se viene realizando con los municipios y con Aysam para tener “tarifas equitativas” y para medir el consumo.
La tarea del Senado
Marinelli llegó a ser “gobernador del agua” en el año 2017 cuando lo propuso el entonces gobernador radical Alfredo Cornejo. Ahora, el Senado deberá revalidar su cargo en una sesión de acuerdo. En el oficialismo hay tranquilidad, ya que cuentan con los votos necesarios para subirle el pulgar nuevamente.
Además, el funcionario cumple con los requisitos para ocupar el cargo: ciudadanía en ejercicio, ser mayor de 30 años y tener residencia de cinco años en la provincia. De todas maneras, deberá someterse a una audiencia pública y luego los senadores decidirán su futuro en un debate secreto.
Presupuesto 2022