InicioLocalesSuarez en Israel: agua, una foto con De Pedro, suspicacias y Portezuelo

Suarez en Israel: agua, una foto con De Pedro, suspicacias y Portezuelo

La foto con el ministro del Interior Wado de Pedro siendo recibido por el canciller israelí Yair Lapid, junto a los gobernadores de siete provincias –entre ellos el de Mendoza, Rodolfo Suarez– y dos ministros más del gabinete de Alberto Fernández, ya daba vueltas por todas las plataformas de comunicación y difusión posibles de Argentina y daba pie a las más diversas lecturas políticas sobre el hecho.

Para el mandatario mendocino, que forma parte de esa misión argentina a Israel invitado oficialmente por la Presidencia y que llegó a esas tierras en el arranque del último fin de semana, a ese encuentro y a esa foto pareció darles una trascendencia acotada a un mero encuentro formal y de protocolo con el máximo jefe de la diplomacia israelí. Sin embargo, sí demostraba fascinación, interés y curiosidad por los varios sistemas de extracción y producción de agua potable que la misión comenzó a ver, explorar y visitar en un país donde el desierto domina todo y condiciona la vida de sus habitantes.

“Con él no he hablado nada de lo que me vas a preguntar”, responde Suarez a la primera pregunta que se le realiza desde Mendoza sobre su relación con el jefe de la misión argentina a Israel. En Jerusalén ya eran casi las 23 del lunes. Mendoza estaba saliendo de la siesta y se preparaba para otras horas de Zonda como las que se vivieron el domingo. “Venimos de un encuentro con el ministro de Justicia, hace un rato terminó y ahora nos vamos a dormir. Estamos molidos”, cuenta antes de compartir sus primeras impresiones de una gira que terminará el jueves.

Buena parte de lo que está observando en cuanto a políticas hídricas, estrategias en el uso del agua y de los métodos de riego puede que la incorpore al discurso del 1 de mayo, ante la Asamblea Legislativa, para dar inicio a las deliberaciones ordinarias de la Legislatura. Se cree que el tema del agua será central en su mensaje, más cuando ha comenzado a cobrar fuerza el plan B sobre los recursos destinados para construir Portezuelo. Es, precisamente, a eso –“lo que me vas a preguntar”– a lo que hace referencia Suarez y que, según sus dichos, no ha discutido ni hablado con De Pedro.

El ministro del Interior es el presidente del Comité de Cuenca del Río Colorado, el Coirco, el ámbito donde se ha venido discutiendo el futuro de la obra del Sur por varios años sin demasiados adelantos para Mendoza por las muchas trabas interpuestas por los pampeanos. El asunto está en manos del presidente Alberto Fernández en un laudo que debe dar a conocer en pocos días más. Nadie duda de que Suarez aprovechará un aparte con el ministro, si no lo hizo ya, para indagar sobre la decisión presidencial o, al menos, semblantear la dirección de la resolución final en manos de Fernández.

Suarez sumó a la misión a Sergio Marinelli, el titular de Irrigación. Ambos están subsumidos por los avances y los logros conseguidos por los israelíes. No son los únicos, claro. Buena parte del mundo destaca los métodos de desalinización del agua de mar que ha conseguido llevar adelante ese país, como buena parte del mundo árabe, en especial todo lo que circunda a los Emiratos Árabes. No han tenido más opción que sacarles agua a las piedras, casi. Y por supuesto que, además de los avances científicos logrados, para todo ello han requerido una buena cantidad de recursos para financiarlos.

Marinelli, por otra línea de comunicación, aporta que lo que están observando es una política de Estado que los israelíes “cumplen a rajatabla más allá de los cambios de gobierno”, afirma. Y agrega que, por ley, el agua que se consume está medida, tanto la de consumo humano, potabilizada, como la que se destina a riego. Dice que el país tiene una autoridad del agua única, centralizada; que la gestión del agua está en manos del Estado, como en Mendoza, y que el sistema se autofinancia sin recibir aportes estatales, como todavía sucede en nuestra provincia, hay que agregar. Marinelli se ocupó de consultar sobre los costos: dice que, por mes, la cuota de 3,5m3 de agua tiene un costo de 2,1 dólares; que si se gasta más de esa medida se lo considera un exceso y si a lo largo de tres meses no se registran pagos, de inmediato se ordena el corte del servicio.

Suarez, en el primer día completo de actividad, ha visitado un sistema de filtrado de agua que es el más grande en su tipo en el mundo. Tiene como finalidad tomar agua del mar de Galilea, de la considerada agua segura sin cloro y abastecer con ella a casi toda Israel. Por día, la planta filtra 1,7 millones de metros cúbicos de agua y es operada automáticamente.

También llegó a ver el proyecto Menashe, que se trata de una planta que recoge agua de ríos y arroyos y, antes de que se pierda en el mar, es desviada e inyectada al acuífero, convertido, además, en un reservorio de donde se toma el agua para la población
según el consumo y las necesidades.

En la Estación Kisalon de Mekorot, la comitiva ha visto cómo se bombeará agua desalinizada del mar para transportarla a Jerusalén, alcanzado casi los 860 metros sobre el nivel del mar. Este sistema, dicen, solucionará los problemas de agua de la ciudad hasta, por los menos, el 2065.

Por último, Suarez y Marinelli han visto en funcionamiento la máquina de producir agua potable directamente desde el aire, como si se tratara de un equipo de aire acondicionado que condensa el agua y la potabiliza, lista para su consumo humano. El equipo es independiente y autónomo, por cada KWH consumido produce 5 litros de agua potable. Los más grandes llegan a producir 9.000 litros de agua diarios y otros, hasta 24 litros. Ambos tienen el problema del costo: 250.000 dólares el más grande, 6.000 dólares el más chico. A este equipo se lo considera la solución más innovadora para obtener agua y lo más importante es que puede operar y producir agua con una humedad de 20 por ciento, casi la misma que tenemos en Mendoza cuando corre viento Zonda, por ejemplo.

“No me llevo nada, estamos viendo y todavía falta mucho”, responde Suarez cuando se le pregunta si algo de todo lo que ve se puede aplicar en Mendoza. Por delante tiene una visita al límite de la Franja de Gaza, al sur del país. Allí verá este martes los adelantos que tiene el país que visita en cuanto al riego por goteo y el reúso del agua.

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